Una huelga no añadiría más desastres a lo que se puede definir como un Servicio podrido de arriba a bajo, por su propia idiosincrasia. Sería una suerte para la Ciudadanía que por exigencias de sus poderosos funcionarios, cabreados por que el Pueblo, populacho, exige un castigo a uno de sus miembros, el juez Tirado, tomara conciencia que lo que cree Justicia no es más que un femoral de Poder, Ambición, Capricho, Desidia, compendio de todas las bajas y altas pasiones humanas, que no solo se han de controlar sino suprimir. El Poder Absoluto degenera y ese Cuerpo de Funcionarios se ha degenerado. No existe más solución que convertir esos funcionarios, a cada uno de ellos, en un árbitro y técnico en cuestiones legales, sin más Poder que regular el proceso judicial pero sin dictar ni sentenciar más que lo taxativamente legal o lo ordenado por un Jurado, el Pueblo. Seguro que no lo harán peor contra ese mismo Pueblo, ni mejor para su “clase dirigente”, es imposible. Tal lo hicieron las más civilizadas actuales Democracias tras siglos de Monarquías Absolutas.
De entrada sobra casi la totalidad del papeleo que eterniza los procesos, el gran negocio de acelerar o ralentizar, suprimido con vistas y procesos orales donde se ejecuta con diligencia lo ordenado por la Ley y dictado por un Jurado, y santas pascuas… con segundas instancias según lo ordenado por la Carta de Derechos Humanos de la ONU, no los recursos actuales al Supremo, donde entre “ellos” se lo comen y guisan, rematando disparates, y encima a años luz de sucedidos los hechos. Ver en www.lagrancorrupcion.com mi sumario tirado a una papelera ¡por la señora de la limpieza!
Con Franco, o en el Absolutismo, no tenían problemas, ni siquiera económicos, pues con escasos sueldos todos formaban parte de la “sociedad pudiente”, y con dictar lo ordenado por la Jerarquía, todo claro, el atestado policial marcaba el proceso, y en lo administrativo y económico el oscuro reparto del Poder, del que formaban parte, sellaba el final. Fascismo o Democracia Vertical. Al igual la Fiscalía, que debería desmontarse. Y claro, en una sociedad, donde los políticos pueden creerse Franco, y según y cómo lo son, encima con la Fiscalía a sus órdenes, y vinculados a “grupos de jueces” con cientos de bufetes coordinadores (la tela de araña, sus reinos de Taifa), que sus judiciables griten, alboroten y se crean ciudadanos de una Democracia real y abierta, se forma un guirigay donde no se puede impartir Justicia. El padre de Mari Luz estaría en la cárcel por “alterar el orden público”, por desacato, por gitano y encima miembro de una iglesia protestante, como las lesbianas del Juez Ferrín por “escándalo público” o Ley de Vagos y Maleantes. ¡Cuidado! en este momento los hay por más o menos lo mismo. ¡Es que así no se puede impartir Justicia! ¡Queremos ordenadores!
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